El jaguar es una especie protegida en México se encuentra en la NOM59-2001, que enlista las especies protegidas en sus diversas modalidades (SEMARNAT, 2006). Sin embargo, ha desaparecido de gran parte de su rango de distribución. Para el año 1987, el jaguar ocupaba solamente el 33% de su rango original en México y Centro América, el hábitat se había fragmentado y las densidades se redujeron considerablemente (Swank y Teer, 1989), tendencia que se ha mantenido en los últimos años (Sanderson et al., 2002). En el año 1999 se estableció el Subcomité Consultivo del Jaguar (SEMARNAT 2006) con la finalidad de contar con un grupo de expertos de diversas disciplinas que asesoren a las autoridades, y a quien lo solicite, en temas relacionados a la conservación del jaguar y otros felinos silvestres. Como resultado de varias acciones del Subcomité para la Conservación del Jaguar y grupos organizados, la SEMARNAT declaró 2005 como el año del jaguar, por lo que se inició una serie de acciones encaminadas a la conservación y estudio del jaguar en el país.
Hasta comienzos del siglo XX el reino del jaguar abarcaba un vastísimo territorio en las regiones tropicales y subtropicales del continente americano, desde los áridos matorrales de Arizona y Nuevo México en el sur de Estados Unidos de América hasta las selvas de Misiones en el norte de Argentina.
Poco a poco, sin embargo, la deforestación de millones de hectáreas de selvas y otros ambientes tropicales para establecer campos de cultivo, potreros, ciudades y pueblos, así como la cacería indiscriminada han reducido su territorio y sus poblaciones. Enormes extensiones han sido destruidas en pocas décadas. En México, por ejemplo, las exuberantes selvas tropicales húmedas del Golfo abarcaban más de 22 millones de hectáreas y se extendían desde San Luis Potosí hasta Chiapas. Hoy han quedado reducidas a menos de 1 millón de hectáreas dispersas a manera de islas rodeadas por un mar de pastizales, cultivos y ciudades.
Se estima que más de 100 000 jaguares poblaban el continente cuando los españoles pisaron estas tierras por primera vez a finales del siglo XV y principios del XVI. Mucho ha cambiado desde entonces. En la actualidad el jaguar está prácticamente extinto en Estados Unidos. La población total de jaguares en la actualidad es no mayor de 50 000, la mayoría –tal vez 30 000- concentrada en Brasil.
Las poblaciones mejor conservadas, refirió Ceballos, se encuentran en la península de Yucatán, Oaxaca y Chiapas, con alrededor de 1,800 ejemplares. En Sonora y Sinaloa podría haber alrededor de 400; en la costa media del Pacífico, en Nayarit, Jalisco y Colima, aproximadamente 300; y de Michoacán a Chiapas, 650. La permanencia del jaguar en nuestro territorio es una moneda en el aire, y “va a caer en los próximos 10 o 15 años; si en ese tiempo no tenemos una política de conservación sólida y establecida, y si las poblaciones no tienen seguridad, podríamos perderlos”, consideró Medellín.
En México el jaguar se extingue por la destrucción de selvas y bosques, la cacería ilegal, la destrucción de sus presas, la introducción de enfermedades por animales domésticos y otras actividades del hombre (Ceballos 2011). Actualmente se encuentra en la NOM59-2001 que enlista las especies protegidas en sus diversas modalidades (SEMARNAT, 2006). Su sobrevivencia a largo plazo depende de nosotros, de las respuestas que demos al reto de su conservación.
Se encuentra en la categoría "preocupación menor" de la UICN
En México esta protegido por la ley, dentro del apéndice II del CITES. No esta enlistado en la NOM-059-SEMARNAT-2010